Remediación Ambiental del Delta Upamayo, Perú

Un caso destacado de remediación exitosa asociado a una operación minera es el proyecto en el Delta Upamayo, ubicado en la frontera entre las regiones de Pasco y Junín en Perú.
El Delta Upamayo, ubicado en la frontera entre las regiones de Pasco y Junín en Perú, fue severamente afectado por pasivos ambientales mineros, lo que deterioró significativamente la calidad del aire, agua y suelo.
Las actividades mineras en la zona de alrededor de 48 hectáreas generaron una significativa contaminación en los suelos y aguas del sitio, cuyos principales contaminantes identificados incluyeron metales pesados, como plomo, cadmio, arsénico y zinc, provenientes de procesos de extracción y procesamiento de minerales; y sedimentos contaminados: acumulación de residuos mineros en el lecho del río San Juan y áreas circundantes.
La presencia de estos componentes representaba un riesgo significativo para la salud humana y el medio ambiente.
La intervención incluyó la estabilización geoquímica de sedimentos contaminados y la revegetación con especies nativas, lo que mejoró significativamente la calidad del agua del río San Juan en 15 veces y la del aire en 13 veces, reduciendo la dispersión de metales pesados.
Además, se implementaron programas de monitoreo ambiental y se promovió la participación activa de las comunidades locales, beneficiando directamente a más de 13.600 personas.
Los esfuerzos de remediación en el Delta Upamayo han producido resultados notables en la mejora de la calidad del agua, donde la calidad del agua del río San Juan mejoró en 15 veces. Además, la calidad del aire mejoró en 13 veces, reduciendo significativamente la dispersión de metales pesados.
También fue exitoso en la recuperación de la biodiversidad, donde el número de especies vegetales aumentó de 3 a 59, y las especies de aves pasaron de 24 a 34, incluyendo varias clasificadas como protegidas por la UICN.
Finalmente, más de 13.600 personas se beneficiaron directamente de la remediación, mejorando su calidad de vida y recuperando actividades económicas como la agricultura y la ganadería.
La remediación no solo restauró los ecosistemas, sino que también generó beneficios sociales y económicos para las comunidades locales, al recuperar áreas degradadas y promover un entorno más saludable y sostenible.